La Asociación Escultórica Valle del Sol con el apoyo de la Municipalidad de Santa Ana en coordinación con la escultora Cynthia Sáenz, desarrollan el IV Simposio Internacional de Escultura «Arte y Tradición» realizado del 20 al 30 de abril del 2017, en los jardines de la Parroquia de Santa Ana.
Nuestros simposios de escultura son proyectos que buscan el manejo y uso racional de la madera como materia prima, rescatando arboles de nuestra comunidad y todo aquel que nos desee donar este apreciable material, base de nuestro trabajo.
Enfocándonos en valorar la tradición escultórica en madera, contribuyendo con el enriquecimiento cultural de nuestro cantón, hemos creado un corpus escultórico que represente iconos del imaginario santaneño y fauna de la Zona Protectora de los Cerros de Escazú, así como el rescate de la Biodiversidad del Cantón de Santa Ana, que busca crear una historia que refleje el arraigo a nuestra naturaleza y raíces.
Formando un conjunto escultórico de 8 obras en gran formato y una instalación de 30 piezas, todas con maderas rescatadas de la comunidad, las cuales serán parte de nuestro Parque Recreativo y Deportivo de Santa Ana.
Trabajando en coordinación con la Municipalidad de Santa Ana, funcionarios de la Zona Protectora Cerros de Escazú, SINAC-MINAE y colaboración privada se logra el rescate de maderas aptas para este proyecto escultórico.
Conoceremos los atributos del árbol de Tubús, madera robusta y fuerte, apta para soportar la intemperie, esta especie la podemos observar en el proyecto Aura del Sol, a inicios de febrero se cubre de flores blancas adornando nuestro paisaje. Habitante importante en la Zona Protectora de los Cerros de Escazú y Santa Ana.
El Roble Sabana es el árbol de nuestro cantón, está presente como en otras ocasiones en este proyecto, popular por sus flores rosadas, de una madera fácil de trabajar con capacidad para tolerar los cambios atmosféricos de nuestro entorno, de un acabado final en tonos dorados y vetas oscuras, lo hacen muy apreciado en la escultura.
El Guachipelín, árbol muy conocido en nuestro cantón por su madera fuerte y hermosas flores amarillas. Su nombre proviene de los vocablos náhuatl cuachtli (cascabel) e ipilli (colgante), refiriéndose a las vainas que cuelgan de sus ramas, de madera dura y resistente, tiene un acabado que varía de tonos dorados a un cobrizos, llegando a ser bastante oscura con el tiempo.
Por último, pero no menos importante conoceremos los atributos del árbol de mango, conocido por su fruto, y no tanto por su madera. La madera de mango es resistente y apreciada, siendo bastante hermosa por la amplia variedad de tonalidades que puede llegar a alcanzar.
Todas estas especies arbóreas, son rescatadas para lograr un fin, el crear esculturas y sensibilizar a nuestro cantón hacía el arte, buscando un Patrimonio Cultural Inmaterial para el disfrute del presente y futuras generaciones.
Se contó con la participación de escultores nacionales y extranjeros, Argentina, Rusia y Macedonia; que durante diez días se trabajó al aire libre donde el público disfruto de todo el proceso y el diálogo con los escultores.